Ficción Sonora

Hace algunos días estaba leyendo un newsletter de una emprendedora que sigo y recomendaba una ficción sonora: Blum. Contaba que se la había escuchado de un sopetón mientras limpiaba su casa. Curiosa como soy minutos después me puse a escucharla. ¡Me encantó! 

Pero ¿qué es una ficción sonora? Es un audio que te atrapa y te lleva al lugar donde se está narrando la historia. Trasporta tu imaginación a otro nivel utilizando solo un sentido: el auditivo.  

La ficción sonora no es algo nuevo. Las emisoras de radio a principios del siglo XX tenían grupos de teatro que adaptaban novelas a la radio. Mi abuela contaba que todo el mundo se reunía alrededor de la caja de madera para escuchar un nuevo episodio  de la radionovela.  

Empecé hacer memoria para recordar cuando escuché mi primera ficción sonora y me acordé de ¡¡Brabucón Musaraña!! Mi mamá nos había comprado un libro de cuentos con un casete que lo relataba. “Aventuras en la oscuridad” se llamaba. Lo escuchábamos antes de dormir y te transportaba a la oscuridad con los sonidos de la noche... un búho, las cigarras de fondo; realmente daba miedo, pero como todo cuento infantil tenía final feliz. 

Después, en la escuela primaria en 1990, participé de un concurso Aspirinetas. Nos hacían escuchar un cuento: “Canuto el tucán” y tras haber prestado atención había que hacer un dibujo representando algún personaje.  El cuento narra la historia de como un tucán en cautiverio es liberado por Gaby, una tenista. En esa época Gabriela Sabatini causaba furor en los argentinos. Estaba en el auge de su carrera, había ganado varios campeonatos. Con el dibujo gané un casete con el cuento y canciones de María Elena Walsh. Que ilusión me hizo. Ahora me doy cuenta que solo fue una estrategia de promoción de una gran empresa.

                                           

Una vez con mis hermanas quisimos hacer un programa de radio. Lo grabábamos en un radiocasete. Nos hacíamos entrevistas, íbamos a la tanda publicitaria e inventábamos propagandas, poníamos música sacada de la misma radio y después se lo hacíamos escuchar a nuestra madre. Un día no encontrábamos el casete que usábamos para grabar y regrabar nuestro programa de radio y agarramos el casete de José Larralde de mi papá y se lo regrabamos. Mil disculpas Pá.

A quién no le gusta escuchar una historia, y más si te la cuentan de una forma creativa y emotiva. Y vos, ¿cuando fue la última vez que escuchaste una ficción sonora?  

Podés dejar tu comentario aquí.

Si querés escuchar Blum: https://elextraordinario.com/series/blum/